28.11.08

CRÓNICA DE "(R)E-VOLUCIÓN 7080" O CÓDIGOS "Y" NARRADOS POR "X"

Por Edilberto "Songo" González Trejos

Tantas impresiones se apoderaron de mí, tan pocas palabras para expresarlas.

Por lo cual tomaré algunas palabras de José Luis Rodríguez Pittí, a manera de marco de este evento, quien ha detallado algunas características de estos narradores así:
La selección se hizo en base a la experiencia compartida de vida: Todos nacimos entre 1971 y 1987. La mayoría somos únicamente narradores, excepto tres casos que también practicamos la poesía. Todos hemos publicado al menos un libro (algunos hasta seis) o uno en imprenta. En el grupo hay dos ganadores del "José María Sánchez", que organiza la Universidad Tecnológica de Panamá; dos ganadores del "Darío Herrera" que organiza la Universidad de Panamá; una ganadora del "Gustavo Batista Cedeño" que organiza el Instituto Nacional de Cultura de Panamá y varios ganadores de menciones honoríficas en todos esos concursos y otros, no sólo en Panamá. A todos nos unen experiencias comunes vividas durante ese tiempo turbulento de la historia de Panamá: los años de la dictadura, la represión, la censura, luego la crisis de finales de los ochenta, la invasión, el mundo globalizado, las computadoras y el internet, la fuerte influencia de la televisión por cable, de la música, el bombardeo mediático, el descrédito de muchas ideologías, el final de la guerra fría. En todos hay una búsqueda estética, creativa, de un lenguaje único, de formas de expresión literaria: un compromiso con la literatura, la búsqueda de vivir como escritor en todo momento. Ahora bien, esta búsqueda es tan personal, tan individual, que ninguno de los autores se parece al otro, ni en la temática, ni en los estilos. Se puede decir que todos parten de un principio común pero buscan destinos distintos en las obras.

Con este marco, y tras leer notas interesantes en los medios de comunicación, como aquella de Daniel Domínguez publicada el 9 de noviembre en La Prensa sobre este Recital, llegué a EXEDRA el jueves 13 y fueron apareciendo ante mis ojos los narradores: Carlos Oriel Wynter Melo (1971), José Luis Rodríguez Pittí (1971), Lili Mendoza (1974), Annabel Miguelena (1984), Klenya Morales de Bárcenas (1975), Melanie Taylor (1972), Roberto Pérez-Franco (1976) desde Boston en vídeo chat, Magdalena Camargo Lemieszek (1987) y Gloria Melania Rodríguez Molina (1981).

De esta forma se conformó la Mesa de narradores, bajo la atinada moderación y conducción de la poeta Lucy Cristina Chau (1971).

Vi público como pocas veces en EXEDRA, una gran confluencia de escritores, artistas, público en general, amantes de la literatura, de las historias que nos fueron desenrollando estos narradores.

Lucy los fue trayendo a nuestra atención uno a uno, en orden cronológico. Es decir que el primero fue José Luis Rodríguez Pittí y la última Magdalena Camargo Lemieszek, pasando por todos(as) en el medio, con sumo detalle de sus obras, búsquedas, trayectoria y estilos.

Rescato
  • La dicotomía (¿o unidad?) sueño-memoria de José Luis Rodríguez Pittí. Su universalidad, concisión, casi matemática y aún tan poética.

  • De Carlos Oriel Wynter Melo su búsqueda a la otredad, los huesos enterrados, su técnica precisa y sus hondos argumentos.

  • Melanie Taylor se muestra más cortante, mas más anecdótica, apela a los códigos de nuestra generación y a esas alegorías de la vida diaria.

  • En Lili Mendoza agradecí —como en el caso de Melanie— la muestra y relación con los códigos de nuestra generación, la pegada de su palabra, el calor y el color, la ternura y el dolor, la pureza, la crudeza, la verdad (¿existe?).

  • Letras llenas de estrógeno las llamaron alguna vez, y yo agrego de fina ironía, de humor, de anécdota, una narradora de historias, Klenya Morales de Bárcenas.

  • En su búsqueda filosófica, raizal, ontológica, Roberto Pérez-Franco nos llena de matices, atmósferas y reflexiones más allá del tiempo.

  • Gloria Melania Rodríguez Molina nos tocó con su fortaleza pero también con su pureza, su corazón visible para todos, transmitido con técnica irrefutable.

  • La sorpresa, la engañosa inocencia que trae debajo lo oscuro, pero también lo luminoso, es el juego fantasioso que nos dio Annabel Miguelena.

  • Y Magdalena Camargo Lemieszek con una prosa bien tejida, una trama clara, honda, dolorosa pero muy poética.
De izquierda a derecha: Katia Chiari, Carlos Fong, Héctor Collado, Javier Romero, Magdalena Camargo Lemieszek, Annabel Miguelena, Jairo Llauradó, Melanie Taylor, Klenya Morales, Carlos Oriel Wynter Melo, Lucy Cristina Chau, Lili Mendoza, José Luis Rodríguez Pittí, Edilberto "Songo" González Trejos, Roberto Pérez-Franco (en la pantalla, en videoconferencia desde Boston) y Gloria Melania Rodríguez.

Nos llenaron de alusiones a uno, al otro, a los cassettes, a la radio, a los veranos, a los pueblos, a lo coloquial, a lo cotidiano, a los juegos recientes (que ya parecen de antaño), a la fantasía, a los ancestros, a los prejuicios, a la vacuidad global(izada), a la despersonalización, a los dramas sociales y personales, mas nos encararon con las raíces, con el shaman, con el jaguar, con el ser, el fuego interior.

"Pude ver esperanza", me dijo Ariel Barría Alvarado, a la vez que Héctor Collado, Carlos Fong y David Róbinson compartían sus inquietudes con los colegas narradores.

Y es que más que una revolución, estamos viviendo la evolución en las letras panameñas, y acá en la narrativa, está una muestra más.

10.11.08

CONCURSO DE CUENTO DEL CENTRO DE CUMPLIMIENTO FEMENINO

De izquierda a derecha, José Luis Rodríguez Pittí (Presidente de la Asociación), María Lourdes de Townshed (Presidenta de FASE), el pintor Jorge Camaño, Edulma Denisse González Barría, Maura Díaz, Yarielys George, Carlos Oriel Wynter Melo (instructor del taller de cuento), Zelideth Coronado, Stherling Roque, Edilberto González Trejos (Secretario de la Asociación), Arcangelina Aguilar (del Sistema Penitenciario) y Viedma Wynter (tesorera de FASE).


Por Edilberto González Trejos


Dentro del programa "Esfuerzo, Valor y Esperanza" de la Fundación para el Apoyo Social y Educativo (FASE), concluimos este sábado 8 de noviembre, con un sencillo pero significativo acto, la entrega de premios en el CONCURSO DE CUENTO DEL CENTRO DE CUMPLIMIENTO FEMENINO.

Todo empezó el sábado 11 de octubre cuando le dimos un Taller de Narrativa a las chicas privadas de libertad.

Los trabajos se entregaron unas semanas después, y el Jurado, integrado por Carlos Oriel Wynter Melo, José Luis Rodríguez Pittí y quien les escribe, sopesó y valoró los trabajos de la siguiente manera:
FALLO DEL JURADO
CONCURSO DE CUENTO DEL CENTRO DE CUMPLIMIENTO FEMENINO


Reunidos en la ciudad de Panamá el 7 de noviembre de 2008, y luego de haber evaluado los trabajos presentados al CONCURSO DE CUENTO DEL CENTRO DE CUMPLIMIENTO FEMENINO, hemos decidido otorgar los premios de la siguiente manera:

1. El primer lugar para el cuento infantil titulado LA HISTORIA DEL MARCIANO AMISTOSO TURITUGRI, escrito de manera coherente, completa, muy bien logrado y con buen uso de la narrativa.

2. El segundo lugar para el cuento EL BOSQUE, una historia bien construida en la que resalta el uso de la metáfora y la poesía.

3. El tercer lugar para el cuento DE REVÉS, original, con una carga poética muy interesante y buen uso de los elementos del lenguaje.

En cuanto a los demás cuentos, Y YA PARA QUÉ y MUERTE, nos parecieron interesantes, intensos y con buen ritmo. Les recomendamos seguir desarrollando las historias, los personajes y las situaciones, puliéndolas, porque son buen material. A esos trabajos les otorgamos una mención honorífica a cada uno.

CARLOS ORIEL WYNTER MELO
EDILBERTO GONZÁLEZ TREJOS
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ PITTÍ

Las autoras fueron, en este orden: 1) Yarielys George, 2) Maura Díaz y 3) Edulma Denisse González Barría, y las menciones honoríficas para Zelideth Coronado y Stherling Roque.

La licenciada María Lourdes de Townshend, en nombre de FASE, se dirigió al público enfatizando en la dignidad del levantarse después de caer, en el sacar fuerzas en la adversidad, y por el otro lado, en nombre de la Asociación, Wynter y Rodríguez Pittí se dirigieron a las privadas de libertad con el encomio a la lectura y al uso de la pluma como arma en sus vidas.

El acto contó con la presencia de la licenciada Arcangelina Aguilar, por parte del Sistema Penitenciario y de la licenciada Viedma Wynter, tesorera de FASE.

Todas las concursantes recibieron premios y la Asociación de Escritores de Panamá donó obras de autores nacionales, entre los que se encuentran Juan Antonio Gómez, Enrique Jaramillo Levi, Klenya Morales de Bárcenas, Javier Romero, Javier Alvarado, José Luis Rodríguez Pittí, entre otros(as), del inventario de libros previamente donados por esos autores al fondo bibliográfico de la Asociación.

Es dando que se recibe y esta clase de iniciativas son las que debemos enfatizar no sólo con los privados de libertad, sino con la población en riesgo social. Que la literatura y el arte no son suntarios.

9.11.08

EL HACEDOR DE AMULETOS

En la primera exposición de la que sería conocida como "Escuela de Azuero", de izquierda a derecha: Jorge Melgar Ruiz, Miguel Moreno (padrino de esa ocasión), Alberto Ruiz (mi padre), Juan Manuel Pérez (tío de Roberto Pérez-Franco) y Raúl Vásquez Sáez. Mi padre cuenta que la madera para enmarcar esas obras la trajeron desde Chitré... ¡A pie!


PorIrina Ruiz Figueroa

Raúl siempre renegaba de este pueblo villano, bicicletero y malagradecido, pero a su vez me decía: "No te vendas... si puedes sentir el arte, sigue por allí".

Cuando visitaba su estudio me regalaba algún extraño amuleto que él mismo fabricaba, colmado de ese entusiasmo que te entra por todos los poros del cuerpo.

Ahora estoy sola en casa, recibiendo llamadas de condolencia para mi padre, que ha sido como su hermano. Y es que ambos fueron mi primer contacto con esto del arte.

Desde chiquilla los vi exorcizando lienzos y luchar incansablemente contra absurdos prejuicios. En 1985 pintaron un mural enorme en las paredes externas del edificio que hoy es la Universidad Santa María La Antigua, y un alcalde de ese entonces se le ocurrió pasarle galones de pintura blanca por considerar que incitaba al levantamiento de las masas.

Aquel mural asemejaba un Diego Rivera criollo, muy cuidado en los detalles, con una Rufina Alfaro imponente y todo un pueblo levantado contra los españoles. Hermoso.

Nunca hubo fotos. Pensamos que sería inmortal. Solo lo fue en nuestro recuerdo.

Estuve muy triste con estos desplantes, porque veía heridos a mis heroes, tan jóvenes, desempleados y ninguneados por la autoridad. Al rato se ponían a levantar pesas u organizaban talleres de artes marciales. Las primeras películas que recuerdo haber visto fueron de las de ninjas, pues con tan impetuosa juventud querían emular a BruceLee.

Estaban más locos mis heroes. Pero nunca dejaron de pintar y entregarse a lo que realmente quería comunicar su corazón.

Eso es lo importante

Los voy dejando, que me toca acompañar a mi abuela que tiene por manía cargar con todos los muertos de este pueblo. Dice que lo hace para que cuando ella muera, al menos alguien se acuerde de ella. Una mujer irrepetible Doña Dámasa.