12.12.06

CRÓNICA DE UN ENCUENTRO CON POEMAS Y OTROS TEXTOS AL AIRE LIBRE

Por Lil María Herrera

"Ahora la poesía reclama sus difuntos", Xavier Collado, 20 de julio de 1990.

El miércoles 6 de diciembre de 2006 un grupo de amigos de la biblioteca (perdón, no somos simples amigos, sino como dijo Xavier, "Amantes secretos de la Biblioteca Nacional") nos reunimos en las inmediaciones del Bibliobús, en el Parque Recreativo y Cultural Omar, para leer poemas y otros textos libres, como acto de solidaridad con las víctimas de la injusticia, la negligencia y la indolencia en Panamá. La invitación se había enviado por correo electrónico a diversas listas (Biblioteca Nacional, INAC, Asociación de Escritores de Panamá, diferentes blogs como La Hoja, Internatural, Los Escapistas, medios de comunicación social...).

Nos dispusimos a realizar la actividad aunque solo asistiéramos 3 gatos, así que siendo las 5:00 p.m. empezamos los tres que habíamos llegado. Al final logramos ser 15, entre poetas, profesionales de distintas áreas y dos niños de 9 y 7 años, miembros del Club de Súperlectores del Bibliobús.

Algunos/as llegamos para rendir tributo a través de la palabra a las víctimas de la Invasión; otros, por Vanessa Márquez; por los esposos Nicolasa y Toribio Díaz (murieron luego de que fueran atropellados por un automóvil conducido por el abogado Carlos Jones, según informaron medios de comunicación social); las víctimas del Bus 8B06; las del veneno de la CSS; y tantas otras víctimas de todo tipo de violencia; víctimas invisibilizadas, olvidadas.

Al aire libre y bajo algunos árboles (a esa hora no había pájaros en las ramas...), compartimos textos poéticos del uruguayo Mario Benedetti, el costarricense Alfonso Chase, los panameños/as Bertalicia Peralta, Consuelo Tomás, Viviane Nathan, Héctor Collado, Luz Lescure, Manuel Orestes Nieto, Xavier Collado, Salvador Medina Barahona, Eyra Harbar, Lucy Chau y Lil Herrera.

También leímos otros textos, libres, de Luz Aleyda Terán ("Todo lo que me enseñó Vanessa" [Márquez]); de Alibel Pizarro ("Ellas. las que ya no están", sobre las 22 mujeres que fueron asesinadas, este año, por su pareja o ex pareja; y del filósofo Eckhart Tolle.

Leímos, escuchamos, meditamos, discutimos y vibramos con los versos y los párrafos. Sobre todo nos emocionamos cuando Jesús, el niño de 9 años, leyó en voz alta, con temple, el poema "La muerte vino y se instaló", del poemario "Entre mártires y poetas" (Panamá, 1999), de Héctor Collado.

¿Arreglar el mundo? No. ¿Aliviarle el alma a Panamá? Quizás, de a poco, con sorbitos de la ternura, el humor, la ironía, el aliento, la fuerza de la poesía. Los amigos de la Biblioteca Nacional, perdón, otra vez; mejor dicho: "loas" amantes "secretoas" de la Biblioteca Nacional no pretendemos más.

A las 8:00 p.m.cuando hacía rato que el sol le había dado el beso de las buenas noches a la luna llena, parecía que no nos queríamos ir, pero nos fuimos despidiendo con la pregunta: --¿cuándo será el próximo encuentro? La respuesta es un compromiso: --Nos avisaremos. `

Foto por El Panamá América

6 comentarios:

Lucy Chau dijo...

Para mi fue una oportunidad de poner las palabras al servicio de otro. Fue un acto de amor.

Anónimo dijo...

gracias por contarme entre ustedes a traves de mis poemas.

un abrazo solidario

Eyra Harbar dijo...

Ciertamente...
que se repitan los versos bajo el árbol!

Arethusa dijo...

oye que interesante... esas cosas no se ven acá en Chiriquí. ASi comentó algo sobre un libro que leí todos a mi alrededor me miran como si estuviera desubicada o fuera una Doña de más de 60 años. Ojalá en mi próxima visita, se me permita escucharlos. Saludos y felicidades. Cosas así hacen falta en Panamá.

Edilberto González Trejos - Autor dijo...

Y ya van 2 años de la tragedia...

Perla Saucedo dijo...

Me parece una actividad muy hermosa, y que dos pequeños ya formen parte de esta maravillosa aventura es de lo mejor, pues empezar a fomentarle este tipo de actividades, o mas bien este tipo de conocimiento es una labor sin igual, si estos son los amantes de panama, yo me uno, desafortunadamente vivo en Mexico.

Pero los felicito, sigan asi.