16.5.12

DIEZ AÑOS DEL DIPLOMADO EN CREACIÓN LITERARIA DE LA UTP

Por Enrique Jaramillo Levi

Diez años de existencia productiva del Diplomado en Creación Literaria de la Universidad Tecnológica de Panamá representan sin duda, desde varios puntos de vista, una pequeña proeza docente y cultural en un medio como el nuestro. Y más si se toma en cuenta que es una universidad tecnológica la que lo posibilita. En primer lugar, el uso de la palabra “productiva” no es casual. El hecho de que el 34% del total de egresados haya publicado hasta el momento entre uno y ocho libros en diversos géneros literarios —con predominio del cuento—, es un logro muy estimable, sobre todo a la luz de la calidad que tienen la mayoría de esas obras. En segundo término, porque varios de los egresados han ganado premios literarios posteriormente, como resultado del aprendizaje, la práctica inicial y la perseverancia posterior en el arte de la escritura de textos generados en el Diplomado.

Sería largo enumerar la lista de egresados que han publicado libros de muy buen nivel literario; sin embargo, menciono a 22 de estos nuevos autores: Lupita Quirós Athanasiadis, Luigi Lescure, Eyra Harbar, Eduardo Soto, Érika Harris, Gorka Lasa, Rosalba Morán Tejeira, Javier Alvarado, Isabel Herrera de Taylor, David Róbinson, Ruth Sinán Domínguez, Klenya Morales de Bárcena, Lissete Lanuza Sáenz, Gloria Melania Rodríguez, Victoria Jiménez Vélez, Dennis A. Smith, Gina Paola Stanziola, Andrés Villa, Federico Rodríguez Gutiérrez, Rolando Miguel Armuelles Velarde, Silvia Fernández-Risco, Julio Moreira Cabrera, entre otros. ¡Piénsese que estos noveles escritores, pertenecientes a diversas generaciones y de profesiones y edades muy variadas, han pasado a engrosar, y a enriquecer, la bibliografía nacional de nuestras Letras! ¡Y nótese la presencia ligeramente mayoritaria de mujeres!

Han ganado premios literarios de diversa naturaleza y grado de importancia los siguientes egresados de varias generaciones del Diplomado: Javier Alvarado (tanto en concursos nacionales de poesía como internacionales); Eduardo Soto; Magdalena Camargo Lemieszek; Adalcristo Guevara; Lupita Quirós Athanasiadis; Eyra Harbar; Isabel Herrera de Taylor; Federico Rodríguez Gutiérrez; Rolando Miguel Armuelles Velarde y Gloria Melania Rodríguez. Cabe mencionar que el galardón más reciente lo obtuvo, por segunda vez, Magdalena Camargo Lemieszek, al ganar hace unos días el Premio de Poesía Joven “Gustavo Batista Cedeño” del INAC.

Me parece que estas dos singularidades señaladas —las publicaciones y los premios— hablan alto y claro de algunos de los méritos de este Diplomado en Creación Literaria, que en buena hora concebí y logré implementar en 2001 en esta universidad, probablemente la institución que, integral y consistentemente, más ha hecho por los escritores panameños en los últimos 15 años.

Pero hay más. A veces en la vida lo único que se requiere para encontrar el camino que nos llene, o que al menos complete con una pequeña dosis de plenitud o felicidad los latentes talentos semiocultos en el ajetreo diario de nuestra existencia, es una primera oportunidad; una motivación, orientación desprejuiciada, oportunos consejos, buenos ejemplos. Tengo la convicción de que todo esto se llevan, en diverso grado y proporción, los egresados de este Diplomado cuando de pronto toman conciencia de que terminaron las clases y ya están por su cuenta y riesgo en el camino de la Letras. Y considero que esto es así porque me parece que la capacidad de entrega de los 6 profesores que impartimos los 9 cursos breves del Diplomado, compartiendo conocimientos y experiencias, está fuera de duda y rendirá frutos en un futuro cercano, siempre y cuando se mantenga cierto grado de disciplina en nuevas lecturas y, sobre todo, en producción de nuevos textos con tenacidad y autocrítica permanentes.

Y es que no hay otro sitio en nuestro país en donde se ofrezca, como aquí, una visión múltiple, integradora, bien documentada por la experiencia personal y la de los libros, como herramienta de tanta utilidad teórica y práctica para la consolidación de los talentos literarios innatos que a menudo pululan extraviados en nuestro no-siempre acogedor y solidario medio nacional. Así, el Diplomado en Creación Literaria de la UTP, con las imperfecciones que pueda tener, y que sin duda pueden irse depurando sobre la marcha, cumple a cabalidad un cometido irreversible: darle valederas luces intelectuales y humanas a quienes, teniendo predisposición por la escritura creativa, hasta el momento de su ingreso no veían claro su futuro como posibles escritores.

Mis más sinceras felicitaciones a todos y cada uno de los participantes en el Diplomado en Creación Literaria cuya graduación esta tarde nos convoca: Cristina Cantón, Érika Obaldía, Jacques Paul Smith, Félix Barranco, Nelsi Despaigne, Margarita Latibeaudiere, Vera Muñoz, Eunice Obaldía, Ana Gisela Mootoo, Carmela Lafratta de Cuestas, Deyanira Álvarez, Shanira Alguero y Elizabeth Truzman. Asimismo, muchas gracias a mis colegas profesores/escritores que, junto conmigo, asumimos una vez más este año la delicada responsabilidad de compartir nuestros conocimientos y experiencias creativas con nuestros estudiantes del Diplomado: Ariel Barría Alvarado, Rodolfo de Gracia, Juan Antonio Gómez, Héctor Collado y Alex Mariscal. Su probada calidad docente y humana, y su profesionalismo, sin duda han incidido notablemente en el reiterado éxito de este Diplomado.

Esta oportunidad de oro ha cumplido su primera etapa; el esfuerzo extraordinario de venir a clases cinco veces por semana durante 10 semanas, sacrificando tiempo y familia, y a veces incluso horarios inexpugnables de trabajo, ha concluido. Cada quien sabe los beneficios personales logrados en esta intensa brega cotidiana. Cada uno decidirá si quiere continuar por la difícil ruta de la buena literatura a costa de nuevos esfuerzos y sacrificios, porque obviamente en el ambiente mercantilista de Panamá no será fácil. Teniendo el potencial y el deseo de llegar a ser escritores, para con ello auscultar artísticamente diversos aspectos de la condición humana y la imaginación, sólo su voz interior, ese auténtico ángel guardián, intransferible y purísimo, puede decirles si deben intentarlo. El genuino talento necesario está ahí, crepitando en su alma, perfeccionándose ansioso, esperando órdenes, dispuestos los motores. Ojalá lo hagan.

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